
Sobre mi tío Santiago y sus heridas por bomba en atentado, corrían los años 33/35. Vivíamos en la calle Consell de Cent. Mi tía Ramona trabajaba en el periódico "L´Opinió". Era por la mañana, y como de costumbre, Santiago y Ramona salían juntos cada uno para su trabajo. En la esquina Consejo de Ciento y Paseo de Gracia había un gran establecimiento de venta de muebles “Casa Pallarols “. Su fachada entre sus grandes ventanales, habían columnas, de dos en dos y entre ambas, una cavidad, pues, en una de ellas colocaron una bomba (asumo que algo casera) que estalló precisamente cuando pasaban mis tíos. Curiosamente mi tío , iba por el lado de la pared. La explosión lo hirió considerablemente en su lado derecho, pierna, muslo, costado, brazo... A mi tía, ni un rasguño. Santiago fue su escudo. Desde casa se oyó la explosión, sin imaginarnos que mis tíos fueron victimas del atentado. En horas de la tarde trajeron a mi tío a casa encamillado, con vendas ensangrentadas (recuerdo la del brazo, ancha y rojiza ) El como para quitarle dramatismo a la situación venía conversando con los camilleros. Ramona lo acompañaba. Ambos estuvieron sordos por un tiempo. Las secuelas fueron duraderas y traumáticas para ambos, especialmente para tío Santiago. El médico venía todos los días a someterlo a dolorosas curaciones. Luego se supo que después de esa explosión, cuando los “mirones” lo rodeaban se produjo una segunda explosión, que los “pilló” por la espalda con consecuencias también muy graves. Hasta aquí, mi fidedigno relato, de un suceso que viví muy de cerca. A reveure Xavi.
Fotografia: Paseo de Gracia (Barcelona)